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Bank of Good Practices in Social Inclusion through WBL

Adalab: campamentos de formación tecnológica para mujeres

Resumen
Adalab se fundó en 2016 para abordar un doble reto: la creciente demanda de talento tecnológico en España y la persistente brecha de género en las disciplinas STEM, donde solo entre el 20 % y el 29 % de los profesionales de las TIC son mujeres. Apoya a las mujeres, especialmente a las desempleadas o sin formación tecnológica, ofreciendo bootcamps intensivos y prácticos en desarrollo web y análisis de datos, sin necesidad de experiencia previa.

La iniciativa tiene como objetivo promover la inclusión social, la diversidad y la equidad en el aprendizaje basado en el trabajo mediante:
1. La oferta de formación a tiempo completo o parcial basada en proyectos, con orientación profesional y preparación de CV y entrevistas.
2. La concesión de becas eCare (de 2000 € cada una) para eliminar las barreras económicas.
3. La creación de una red de apoyo de más de 1000 mujeres y la colaboración con más de 350 empresas inclusivas (Amazon, BBVA, Cabify).
4. Lograr una tasa de empleo del 90 % tras el bootcamp, con graduados que ganan alrededor de 20 800 € al año y trabajan a distancia o en régimen híbrido.
Se encuentra en España y ofrece clases online en directo en todo el país, adaptándose rápidamente durante la COVID-19 para mantener la calidad y ampliar su alcance.
Objetivos
El objetivo principal de Adalab es reducir la brecha de género en el sector tecnológico proporcionando a las mujeres, especialmente a aquellas sin experiencia previa en tecnología o que provienen del desempleo, una formación digital intensiva y orientada al trabajo. Su objetivo es promover la equidad social y el empoderamiento profesional a través de una educación de alta calidad y relevante para el mercado.

Adalab se dirige a las mujeres infrarrepresentadas en las TIC, en particular:
- Desempleadas o con empleos precarios.
- Procedentes de entornos no técnicos o con bajos ingresos.
- Con acceso limitado a las vías profesionales tradicionales.

Apoya el acceso al aprendizaje basado en el trabajo mediante:
- Ofreciendo bootcamps basados en proyectos tecnológicos del mundo real, que simulan un entorno laboral.
- Proporcionando orientación profesional, simulacros de entrevistas y apoyo en la búsqueda de empleo en consonancia con las expectativas de los empleadores.
- Facilita conexiones directas con más de 350 empresas que buscan diversificar sus equipos tecnológicos.

Adalab reduce las barreras al no requerir experiencia técnica previa, gracias a su formato online flexible, que permite el acceso desde cualquier región de España, pero especialmente gracias a la matrícula subvencionada mediante becas (eCare), que cubren hasta 2000 €. Su corta duración y su estructura centrada en la empleabilidad atraen a mujeres que no pueden comprometerse con programas académicos largos. Estos elementos hacen que el aprendizaje basado en el trabajo sea más accesible, inclusivo y receptivo a las necesidades sociales y económicas reales.
Implementación
Adalab se fundó en 2016 con una misión clara: cerrar la brecha de género en el sector tecnológico. En un contexto en el que apenas uno de cada cuatro profesionales digitales en España es mujer, sus fundadores se propusieron crear una solución que combinara la formación técnica, la inclusión social y el acceso directo al empleo.

Desde el principio, Adalab desarrolló un modelo de formación basado en bootcamps intensivos de desarrollo web y análisis de datos, diseñados exclusivamente para mujeres, sin necesidad de experiencia técnica previa. Estos programas son totalmente prácticos y simulan entornos de trabajo reales a través de proyectos en equipo, en línea con los principios del aprendizaje basado en el trabajo (WBL).

Para garantizar la accesibilidad independientemente de la situación económica, Adalab introdujo un sistema de becas, como las subvenciones eCare, que subvencionan hasta 2000 € de la matrícula. El formato también se adaptó a clases online en directo, eliminando las barreras geográficas y familiares para la participación.

Pero el apoyo de Adalab va más allá de las habilidades técnicas. El programa incluye orientación profesional personalizada y apoyo para la preparación laboral, conectado a una red de más de 350 empresas asociadas. Con una tasa de inserción laboral superior al 90 %, Adalab demuestra que es posible formar a mujeres con talento, diversas y empoderadas, y crear vías equitativas para acceder a puestos de trabajo tecnológicos de calidad, transformando tanto sus vidas como la mano de obra digital.
Características innovadoras
Programas de mentoría para grupos marginados, apoyo financiero (por ejemplo, subvenciones, becas, subsidios salariales), herramientas de aprendizaje digital para mejorar el acceso, uso de la tecnología para mejorar el acceso, opciones de aprendizaje flexibles para diferentes necesidades, mentoría y redes de apoyo.
Historias de éxito
María Ariza
«Dejé las matemáticas para estudiar Comunicación Audiovisual y trabajé como videógrafa, pero la inestabilidad me llevó a reinventarme. Después de un año en Alemania repartiendo paquetes, descubrí Adalab casi por casualidad y me lancé sin pensarlo dos veces. El bootcamp fue intenso, pero transformador. Cuando terminé, encontré trabajo en solo 10 días. Hoy en día, ocupo un puesto técnico en el que programo y sigo formándome con un objetivo claro: crecer en el mundo tecnológico sin dejar atrás mi lado creativo».
https://adalab.es/testimonios/
Resultados medidos
Una mayoría significativa de los participantes estaban desempleados o trabajaban en campos no relacionados antes de unirse al bootcamp, y el 74 % afirmó no tener experiencia técnica previa.
Los resultados hablan por sí solos: entre el 90 % y el 95 % de las graduadas de Adalab consiguen un empleo en los meses siguientes a la finalización del programa. Estas mujeres trabajan ahora como desarrolladoras web junior, analistas de datos y profesionales digitales en empresas nacionales e internacionales, a menudo en puestos remotos o híbridos. La sólida red de empleadores de Adalab, en la que figuran empresas como Amazon, BBVA, Accenture y Cabify, ha sido clave para facilitar estas transiciones.
Más allá del empleo, las participantes adquieren un sólido conjunto de habilidades: desde lenguajes de programación como JavaScript y Python, hasta el trabajo con herramientas de datos y la aplicación de metodologías ágiles. Igualmente importante es que desarrollan habilidades sociales y preparación para la carrera profesional, incluyendo la creación de un portafolio, la oratoria y la preparación para entrevistas de trabajo.
En definitiva, Adalab no solo dota a las mujeres de habilidades profesionales, sino que transforma su futuro, permitiéndoles alcanzar la independencia económica, la confianza profesional y la movilidad social en un sector en el que históricamente han estado infrarrepresentadas.
Retos y lecciones aprendidas
El lanzamiento y el crecimiento de Adalab como una iniciativa de aprendizaje basada en el trabajo y con fines sociales para mujeres en el ámbito tecnológico no ha estado exento de retos. Uno de los primeros obstáculos fue superar los estereotipos sociales que asocian las carreras tecnológicas con los hombres o con personas que tienen títulos universitarios formales en informática. Muchas de las mujeres a las que Adalab quería llegar carecían de confianza en su capacidad para triunfar en los campos técnicos. Para abordar esta cuestión, el equipo creó un entorno de aprendizaje muy favorable y desarrolló un plan de estudios apto para principiantes, haciendo hincapié en que no se necesitaba experiencia previa, solo motivación y curiosidad.

Otro reto importante era la accesibilidad financiera. Muchas candidatas potenciales procedían de situaciones económicas precarias y no podían permitirse el coste de la formación. En respuesta a ello, Adalab se asoció con fundaciones y puso en marcha el programa de becas eCare, que ofrece hasta 2000 euros por estudiante para garantizar que las barreras financieras no excluyan a las mujeres con talento.

Además, era fundamental ganarse la confianza de los empleadores. Al principio, las empresas se mostraban reacias a contratar a desarrolladores junior que no procedían de vías tradicionales. Adalab superó este obstáculo alineando sus bootcamps con las necesidades actuales del sector, incorporando proyectos del mundo real y ofreciendo orientación profesional para garantizar que los graduados estuvieran preparados para el mundo laboral. En la actualidad, más de 350 empresas colaboran activamente con la iniciativa.
  • País
    España
  • Sector
    Educación digital
  • Grupo objetivo
    Mujeres Personas en riesgo de pobreza o exclusión social
Organización líder
Adalab, escuela tecnológica
Fecha
2016, en curso
Principales interesados
• Proveedores de EFP y centros de formación
• Empleadores y redes empresariales
Número de beneficiarios
Desde su creación en 2016, Adalab ha formado a más de 600 mujeres en sus bootcamps de programación web y análisis de datos, logrando una tasa de inserción laboral del 90 %.

Financiado por la Unión Europea. Las opiniones y puntos de vista expresados solo comprometen a su(s) autor(es) y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o los de la Agencia Ejecutiva Europea de Educación y Cultura (EACEA). Ni la Unión Europea ni la EACEA pueden ser considerados responsables de ellos.

Número de Proyecto:
101104680-HABITABLE-ERASMUS-EDU-2022-PEX-COVE